Ventanas abiertas: Perspectivas que cambian realidades

¡Todos somos diferentes!, ya que cada persona tiene su manera de ser y su propia realidad. Es por eso que en la obra teatral Las ventanas abiertas entramos en un entorno urbano para ver de cerca la vida de distintos personajes, cada uno con características distintas y con algo que enseñarnos.

Se trata de un edificio, en donde cada «ventana»  proporciona una visión única, no solo del mundo exterior, sino también de las realidades internas de los personajes. ¡Tal y como sucede en la vida real!

A medida que interaccionan dentro de este espacio compartido, las perspectivas de los personajes sobre la vida y los conflictos comienzan a cambiar, desafiando sus creencias y transformando sus vidas de maneras inesperadas.

Por la simpleza de la trama y el escenario, puedes aprovechar esta obra para presentarla en el cole o hasta para compartirla con tu grupo teatral. ¡Esperamos que la disfrutes y que le saques mucho provecho!

🧑 Personajes

🎭 Miradas cruzadas: El arte de ver más allá

🖼️ Acto I: El reflejo de la ciudad

Escena 1: Un encuentro casual

• El Artista: (observando a través de una ventana) Cada ventana de este edificio ofrece una vista diferente, un nuevo lienzo para explorar.
• La Empresaria: (mirando su reloj, apurada) A veces me pregunto si hay tiempo para apreciar esas vistas cuando tienes mil cosas en la agenda.
• El Activista: (con fervor) Y cada vista es una perspectiva sobre la ciudad, sobre nosotros. ¿Qué ves tú que yo no puedo ver?
• El Jubilado: (con serenidad) Muchas veces, lo que necesitamos no es cambiar lo que vemos, sino cómo lo vemos.

Escena 2: Perspectivas cruzadas

• La Adolescente: (con curiosidad) ¿Creen que nuestras ventanas son solo físicas? ¿O hay ventanas en nuestra mente que también pueden abrirse o cerrarse?
• El Artista: (inspirado) Exactamente, cada perspectiva es una obra de arte en sí misma, compuesta de experiencias y emociones.
• La Empresaria: (con escepticismo) Pero algunas perspectivas pueden ser más restrictivas que otras. No todos tienen el lujo de contemplar el mundo desde un alto.
• El Activista: (con pasión) Por eso es crucial abrir más ventanas, especialmente para aquellos que han sido marginados.

🌆 Acto II: Horizontes que se expanden

Escena 1: Ventanas que se abren

• El Jubilado: (reflexionando) He visto muchos horizontes en mi vida, y cada uno me ha enseñado algo nuevo. Pero el horizonte más difícil de explorar siempre ha sido el de uno mismo.
• La Adolescente: (con ansiedad) A veces siento que no puedo ver más allá de la próxima semana, mucho menos el resto de mi vida.
• El Artista: (animándola) Pero eso es lo hermoso de la vida y del arte; no siempre sabes lo que te espera al doblar la esquina o en la siguiente pincelada.
• La Empresaria: (contemplativa) Tal vez debería aprender a mirar más allá de mis objetivos inmediatos y ver lo que podría ser posible a largo plazo.

Escena 2: Cambios de perspectiva

• El Activista: (motivado) Ver el mundo desde diferentes ángulos puede ser revelador. Nos desafía a cambiar no solo nuestras vistas, sino nuestras vidas.
• El Jubilado: (con sabiduría) Y cada cambio de perspectiva es como abrir una nueva ventana en una habitación que pensabas que conocías bien.
• La Adolescente: (con entusiasmo) ¡Es como redescubrir el mundo!
• El Artista: (con una sonrisa) Y cada nueva vista nos ofrece una nueva inspiración, un nuevo camino a seguir.

🌟 Acto III: Diálogos en la penumbra

Escena 1: Las sombras de la noche

• El Jubilado: (contemplativo) La noche trae sombras, pero también estrellas. A veces, lo que no podemos ver en la luz del día se aclara en la oscuridad.
• La Empresaria: (con cansancio) La noche es cuando finalmente puedo pensar sin interrupciones, aunque esos pensamientos no siempre son bienvenidos.
• El Artista: (con emoción) Y es en esa oscuridad donde a veces encontramos los colores más vibrantes de nuestras emociones.
• La Adolescente: (con miedo) Pero, ¿y si esas sombras son demasiado para enfrentar?

Escena 2: Confesiones a la luz de la luna

• El Activista: (con sinceridad) Cada uno de nosotros tiene sombras que preferiríamos mantener ocultas. Pero compartir esas sombras puede hacer que sean menos aterradoras.
• El Jubilado: (con amabilidad) Es verdad. Al igual que la luna, nuestras vidas pasan por fases de luz y oscuridad, y no debemos temer ninguna de ellas.
• La Empresaria: (con reflexión) Tal vez necesite abrir más ventanas a mi propia alma antes de poder enfrentar las de los demás.
• El Artista: (con inspiración) Y cada confesión nos pinta en una luz más auténtica, más humana.

🌅 Acto IV: Amaneceres compartidos

Escena 1: Nuevos comienzos con positivismo

• La Adolescente: (con esperanza) Cada amanecer es una promesa, una página en blanco que espera ser escrita.
• El Jubilado: (sonriendo) Y con cada nuevo día, tenemos la oportunidad de reescribir nuestras historias, tal vez no desde el principio, pero desde donde estamos.
• El Activista: (con motivación) Y cada nuevo día es una oportunidad para hacer del mundo un lugar más justo, más amable.
• La Empresaria: (con decisión) Hoy es el día en que empiezo a ver más allá de mis propios logros, a las personas y las historias detrás de ellos.

Escena 2: Ventanas al futuro

• El Artista: (con alegría) Miren todas estas ventanas, cada una con una vista diferente, pero todas parte del mismo edificio.
• La Adolescente: (con inspiración) Y cada una nos muestra una parte del mundo que podríamos haber ignorado.
• El Jubilado: (con sabiduría) Así como cada uno de nosotros muestra partes del mundo a los demás.
• El Activista: (con esperanza) Juntos, podemos abrir tantas ventanas como sea necesario para cambiar nuestras perspectivas y, con ellas, nuestras realidades.

🔄 Acto V: Círculos que se cierran

Escena 1: Las ventanas dejan respirar con mayor tranquilidad

• El Jubilado: (mirando a través de una ventana) Al final, lo que vemos depende de dónde estamos parados, tanto física como emocionalmente.
• La Empresaria: (con realización) Y cambiando dónde estamos, podemos cambiar lo que vemos y cómo lo vemos.
• La Adolescente: (con alegría) Es como moverse dentro de un cuadro, cada paso nos da una nueva perspectiva.
• El Artista: (con satisfacción) Y cada perspectiva es una obra de arte en sí misma, digna de ser explorada y apreciada.

Escena 2: Las ventanas se abren de par en par

• El Activista: (con determinación) Este edificio, estas ventanas, no son solo nuestro refugio, sino nuestro trampolín.
• El Jubilado: (con gratitud) Y cada uno de ustedes me ha mostrado una ventana que nunca había considerado.
• La Empresaria: (extendiendo la mano) Juntos hemos abierto más que ventanas; hemos abierto caminos hacia nuevas realidades.
• La Adolescente: (con emoción) Y cada realidad que exploramos juntos es un paso hacia un mundo más amplio y comprensivo.

Esta hermosa obra nos ayuda a ver que nuestras visiones del mundo son profundamente personales y a menudo limitadas por las experiencias que vivimos y por los propios prejuicios.

Además, como dice la famosa película de Forrest Gump: «la vida es una caja de bombones, en donde nunca sabes lo que te va a tocar». Es por eso, que debemos vivir sin tantos miedos e interactuar con los demás, ya que sus historias y perspectivas difieren de las nuestras, nos ayudan a abrir «ventanas» que pueden transformar nuestra comprensión de la realidad.

Otra de las enseñanzas fundamentales de esta dramatización es que cada persona es un mundo por descubrir y que, al abrirnos a estas nuevas vistas, no solo cambiamos nuestra percepción de los demás, sino que también facilitamos caminos hacia un entendimiento y respeto mutuo más profundo.